Análisis

Mexicali: a 6 años de la catástrofe

Texto elaborado el 4 de abril de 2016.

Desde 1973 la Comisión Federal de Electricidad (CFE) realiza explotación masiva y comercial de vapor endógeno del yacimiento geotérmico ubicado en el Valle de Mexicali, B.C., para la generación de energía eléctrica a través de la Planta Geotermoeléctrica Cerro Prieto (PGCP). Este complejo energético consta de cuatro unidades de producción independientes e interconectadas que en conjunto producen 720 MW, siendo la segunda mayor central de energía geotérmica del mundo. El proceso productivo de extracción de vapor del subsuelo produce una salmuera condensada que contiene elementos tóxicos (tales como litio, mercurio, arsénico, cadmio, boro, plomo, silice, potasio, sodio, cloro, ácido sulfhídrico, azufre, amoniaco, calcio, carbonatos, entre otros), que tanto por su elevada concentración como por su composición química son altamente nocivos para el medio ambiente y la salud de los habitantes de los ejidos y poblados aledaños a los campos geotérmicos. Esta salmuera, en volumen aproximado de 70 millones de metros cúbicos anuales, es colocada por la CFE en un amplísimo sistema de estanques o lagunas a cielo abierto, con el propósito de eliminarla del ambiente mediante el proceso de evaporación directa. Se estima que la superficie cubierta por estas lagunas alcanza los 24 km cuadrados, siendo que originalmente medía menos de un km.

Los resultados del proceso de operación de esta planta a lo largo de más de 40 años han sido: desequilibrio hidrológico, producto de la alteración de los cuerpos de agua; contaminación con aguas residuales y filtración de metales pesados en los mantos freáticos; desnivelación de terrenos agrícolas y urbanos; elevada contaminación del aire y ambiente corrosivo por la constante emisión de gases; contaminación por ruido y daños en la salud de los miles de habitantes de las 11 comunidades aledañas a la zona geotérmica, entre los que se encuentran cinco centros educativos y un Centro de Atención Múltiple, destinado a la atención y ayuda de niños y jóvenes de la zona, quienes padecen diferentes enfermedades de carácter alérgico y biológico degenerativo. Actualmente la PGCP está clasificada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) como uno de los 20 Sitios Contaminados Prioritarios a nivel nacional.

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